sábado, 10 de mayo de 2014

¿Qué está pasando?





No sé que fue lo que pasó, pero las cosas de un día para otro empezaron a ir de mal en peor, y las pocas cosas buenas que tenia ya no eran tan buenas…
Las cosas cambiaron, cambiaron y mucho y más peor aún, cambiaron para mal. De los cambios que uno cree necesarios, jamás se espera que sucedan cambios que fuesen contrarios a los que uno desea. Uno siempre añora y busca con anhelo la felicidad, pero ella, esa gran hija de puta, muchas veces corre delante de nosotros. Corre pero no hacia nosotros, no a nuestro encuentro, corre a mayor velocidad alejándose, ¿por qué? ¿Acaso no estamos preparados para recibirla? y así poder llevar una vida más tranquila, más pacífica, más
disfrutable… Pero no, la felicidad parece que se pelea con la vida, que uno mientras vive no puede ser totalmente feliz, simplemente tener momentos donde uno cree estarlo, pero son momentos. Pronto la vida vendrá, asustará y ahuyentará a la felicidad, haciendo que nos derrumbemos una, dos, tres, mil veces igual. Creo que al fin y al cabo uno no puede ser feliz en la vida, solo puede aferrarse a los sueños, a las metas por cumplir, e intentar lograrlas y vivir los momentos esos en los cuales nos sentimos mas que vivos, esos momentos que la vida descansa y la felicidad se deja palpar un poco antes de volver a huir.
A lo largo de la vida, ésta nos va a derrumbar varias veces, pero siempre que suceda tienes que recordar que hay dos opciones: o te quedas ahí, derrumbado, masticando el polvo. O te levantas y sales  con más fuerza aún a devorarte el mundo. En mi caso siempre elegiría la segunda, porque siempre por mas dura que sea la caída hay que optar por levantarse, uno puede aprender del error, son cosas propias que la vida nos trata siempre de enseñar, por algo es el dicho que “a golpes se aprende”. Cuando eres chico y estas aprendiendo a caminar, al comienzo te caes seguido pero siempre te levantas, luego te chocas con cosas hasta que al fin uno aprende y logra andar solo. Con la vida es igual. Caemos primero, luego chocamos y volvemos a caer pero siempre volvemos a intentar, hasta que por fin lo logramos, logramos empezar a correr detrás del fin que perseguimos más haya de los golpes y caídas que tengamos, porque solamente vivimos una vez, solamente tenemos una oportunidad, una oportunidad que por más que sea difícil hay que hacerla que valga la pena, nada de lo que hagas debe ser en vano.
Vive tus sueños, cree en ti, en que sí puedes lograr lo que te planteas y si alguien te dice que no puedes, ríete y demuéstrale que se equivoca, si alguien no cree en ti, no te angusties demuéstrale que eres mejor persona. Si alguien no te quiere, no te apenes, se lo bastante fuerte como para entender que no siempre las personas que queremos que nos quieran nos van a querer, sino que muchas veces hay otras personas, quizás las que menos pensamos, que son las capaces de querernos más aún de lo que nos merecemos.
La vida es muy corta para preocuparte por personas que les da lo mismo tener o no tu compañía. Valora a los que te rodean, a esos que están con vos en tus peores momentos aunque vos no se los digas, en cambio a esos que abandonan cuando mas los necesitas, esos nunca debiste dejarlos entrar a tu vida. Gastaste algo de tu vida que ya no vas a poder utilizar, ese algo es el tiempo, el tiempo que les dedicaste termina siendo en vano, las paginas del libro que escribiste se borraron. Deja ir, valórate, deja que la gente se de cuenta de su error, que mientras ellas no valoraban tu querer, tu tiempo y pretendían tu alejamiento, volverán un día extrañando esas cosas únicas que solo tu podías provocar en ellas. Porque solo tu las querías de esa manera tan única que tienes al querer, de esa manera tan especial de lograr sacar una sonrisa de esos rostros con cualquier tontería por más mínima que sea, porque solo tu lograbas comprender una mirada y no sentirte incomodo en el silencio, solo tu sabias lo que era realmente querer con el corazón a una persona, pero con el paso del tiempo, quien sabe, esas personas que no lo valoraron en su momento quizás se den cuenta y ya será tarde.
Tarde porque uno no puede quedarse allí estancado, tiene que mirar siempre hacia delante y avanzar, tal como en un tablero de ajedrez, uno es el peón de la vida, deberíamos ser incapaces de volver hacia atrás, solamente avanzar hacía adelante y entender que cuando algo se rompe es muy difícil de reparar y volver a quedar como era originalmente, porque hay un cierto daño hecho, hay cicatrices que quedan y dolor que aunque queramos olvidarlo no se olvida.
Las cosas aunque quieran ya no volverán a ser como eran en un principio. Por eso, hay que pasar la pagina, mas que eso, cambiar el libro porque el que tienes ya no le quedan paginas por escribir, ya todo ha acabado. Solo queda la experiencia y el mensaje que nos deja, la moraleja final de una historia acabada. De eso nunca debes olvidarte. Podes recordarlo como algo que por momentos te hizo sentir feliz porque era lo que querías en ese momento, pero a la vez fue una de las cosas que más daño te hizo. Aprende y que te sirva de ejemplo para futuros libros que leas y quieras llenar con experiencias. No le temas a un nuevo comienzo quizá ese puede ser uno con final si, pero con final abierto…

Y recuerda que si quieres cambiar las cosas el primer cambio empieza por uno mismo.